Características del microprocesador 8086

La introducción del microprocesador 8086 en 1978 sentó las bases para un estándar industrial y mundial que se convertiría en la base de la arquitectura de todas las computadoras que se fabrican en la actualidad, independientemente del sistema operativo. Este chip tenía un cierto conjunto de características que lo llevaron a convertirse en el chip en el que se basan casi todos los procesadores modernos.

Transferencia de datos de 16 bits

El 8086 fue uno de los primeros chips en utilizar un bus de transferencia de datos de 16 bits, lo que lo hace mucho más rápido y más compatible con el software que los chips de 8 bits más antiguos. Esto permitió que el procesador transfiriera datos más rápido, aumentando considerablemente la velocidad y aumentando las posibles capacidades del software. También permitió que el procesador manejara mayores cantidades de memoria.

Compatibilidad inversa

El procesador 8086 también se diseñó para seguir siendo compatible con otro chip popular, pero menos potente, el 8080. Esto permitió una mayor flexibilidad para los fabricantes de PC que querían poder ofrecer chips con la mayor compatibilidad con el software existente.

Velocidad del procesador y memoria

La velocidad del procesador era más rápida que los chips anteriores. Con hasta 10 MHz, superó a su predecesor, el 8085, en un 25 por ciento. Esto también le permitió abordar mucha más memoria; hasta 1 MB de RAM, mucho más que los chips anteriores.

Soporte de coprocesador

El microprocesador 8086 también admitía un coprocesador complementario, que a veces se instalaba en las placas base para realizar funciones matemáticas de rutina con el fin de liberar energía del procesador para otros usos.