Efectos negativos de la tecnología en la comunicación

La tecnología ha revolucionado la forma en que las personas se comunican, conectando a los humanos en una red en tiempo real en todo el mundo. Sin embargo, la tecnología también ha cambiado la comunicación de muchas maneras, y algunas de ellas no son para mejor. Si bien algunos de estos efectos negativos son relativamente menores, en algunos casos han tenido efectos profundos en la vida y el bienestar de los usuarios.

Una distracción omnipresente

Los teléfonos celulares y los dispositivos móviles permiten a los usuarios mantenerse conectados incluso cuando están lejos de sus computadoras. Si bien esto puede ser un gran beneficio, especialmente en emergencias, también puede ser una distracción peligrosa. Cientos de miles de personas sufren lesiones cada año en accidentes que involucran a un conductor distraído, y los mensajes de texto y el uso del teléfono celular son las principales fuentes de distracción al volante. Si bien un conductor puede tardar solo unos segundos en leer un mensaje de texto, durante ese tiempo su vehículo podría recorrer la longitud de un campo de fútbol sin tener que mirar la carretera. La tecnología también puede ser una distracción en el hogar o en la oficina, ya que las aplicaciones de mensajería instantánea y las redes sociales siempre presentes pueden desviar la atención del usuario de asuntos más importantes.

Deshumanización y Despersonalización

La tecnología también puede afectar la calidad de la comunicación. Uno de los grandes beneficios de Internet es su anonimato, lo que permite a los usuarios explorar y comunicarse sin tener que revelar sus datos personales. Desafortunadamente, esto también puede llevar a que los usuarios se comporten de maneras completamente diferentes a como lo harían en una conversación cara a cara. Cuando Internet reduce a una persona a un nombre de pantalla sin rostro, puede dificultar que algunos usuarios recuerden que existe una persona real detrás del avatar, lo que puede fomentar la hostilidad y el comportamiento excluyente. Los jóvenes son especialmente propensos a la hostilidad en línea:el 43 % de los niños informan que han sufrido acoso en línea, el 25 % de ellos en más de una ocasión.

Aislamiento social

La tecnología puede crear elaboradas redes sociales en línea, pero estas pueden conducir inesperadamente al aislamiento social. En algunos casos, la comunicación en línea reemplaza la interacción cara a cara para los usuarios, lo que reduce la cantidad de tiempo que realmente pasan en compañía de otros seres humanos. Además, estas redes sociales a veces reemplazan una pequeña cantidad de conexiones sociales sólidas con una mayor cantidad de conexiones mucho más superficiales, lo que lleva a situaciones en las que un usuario puede tener una gran cantidad de "amigos" pero pocos compañeros en el mundo real. Esto puede provocar depresión y sentimientos de soledad, y la falta de un sistema de apoyo puede dificultar que los usuarios se comuniquen y encuentren ayuda para estos problemas. Según Slate, las encuestas sugieren que la cantidad de adultos que se describen a sí mismos como "solos" se ha duplicado desde 1980 y que pasar más tiempo en línea con las redes sociales puede tener un efecto adverso en el nivel de felicidad de un usuario.

Problemas de privacidad

Otro peligro potencial de comunicarse a través de la tecnología es la falta de privacidad. Las comunicaciones que envía a través de Internet pueden ser inseguras, lo que permite que terceros lean conversaciones de correo electrónico o intercepten mensajes instantáneos. Si un extraño logra comprometer una cuenta de correo electrónico o una aplicación, puede obtener acceso a meses o incluso años de correspondencia. El cifrado puede ayudar a mantener las comunicaciones a salvo de miradas indiscretas, pero puede ser difícil proteger cada eslabón de la cadena de comunicación social. Los autores de malware incluso están comenzando a apuntar a teléfonos y dispositivos móviles, reconociéndolos como ventanas siempre disponibles a la vida personal de sus propietarios.