Diferencia entre firma digital directa y arbitrada

El deseo de las empresas y las personas de dejar de usar papel se ha visto obstaculizado por la incapacidad de firmar documentos legales y contractuales que no sean los medios tradicionales de impresión y finalización con tinta. El advenimiento de la firma digital, ya sea directa o arbitrada, ha aliviado este obstáculo para muchos. Una firma digital puede incorporar medidas de seguridad utilizando claves privadas (conocidas solo por el remitente) y claves públicas (conocidas tanto por el remitente como por el destinatario). Las claves públicas "desbloquean" la firma cifrada al recibirla. Dado que estas claves solo las conoce el remitente, el destinatario y, en algunos casos, un árbitro del documento firmado digitalmente, se pueden verificar como auténticas, si es necesario.

La Firma Digital Directa

La comprensión de una firma digital directa comienza por reconocer que solo hay dos partes involucradas en el paso de la información firmada:el remitente y el receptor. Las firmas digitales directas solo requieren estas dos entidades porque el receptor de los datos (firma digital) conoce la clave pública utilizada por el remitente. Y el remitente de la firma confía en que el receptor no alterará el documento de ninguna manera.

La Firma Digital Arbitrada

La implementación de una firma digital arbitrada invita a un tercero al proceso denominado "árbitro de confianza". El papel del árbitro de confianza suele ser doble:en primer lugar, este tercero independiente verifica la integridad del mensaje o los datos firmados. En segundo lugar, el árbitro de confianza fecha o marca el tiempo del documento, verificando la recepción y el envío del documento firmado a su destino final previsto.

Deficiencias de la firma directa

Conocer los problemas potenciales de una firma digital directa ayudará a diferenciarla de un documento digital arbitrado. Quizás la mayor preocupación es la necesidad de confianza entre el remitente y el receptor, ya que no existe un proceso de verificación independiente. Este proceso también requiere que el remitente tenga una clave privada (el receptor solo tiene la clave pública que ambos comparten), y si el remitente dice que se perdió o fue robado, puede alegar que la firma es falsificada. El robo de la clave privada y, posteriormente, la falsificación de firmas es una amenaza potencial para la seguridad al utilizar una firma digital directa.

Deficiencias de la firma arbitrada

Llenando muchas de las preocupaciones de la firma directa mediante el uso de un árbitro de confianza, una firma arbitrada tiene sus propias deficiencias. El uso de un árbitro requiere la plena confianza tanto del remitente como del receptor de que el árbitro no solo marcará la hora y reenviará el documento según las instrucciones, sino que tampoco alterará los datos de ninguna manera. También existe la posibilidad de que un árbitro muestre parcialidad hacia una de las partes en caso de que surja alguna discrecionalidad.