10 formas de ajustar su sistema HVAC y ahorrar en sus facturas de energía

¿Sabía que su sistema HVAC utiliza hasta el 50 % del consumo de energía de su edificio? En cualquier momento, las temperaturas comenzarán a subir a los 80 y 90, y sus facturas de electricidad aumentarán junto con las temperaturas. Necesita mantener su edificio fresco, entonces, ¿cómo puede ahorrar dinero? La buena noticia es que existen formas inteligentes de ayudar a que su sistema de aire acondicionado consuma menos energía.

1. Actualice a un nuevo sistema de aire acondicionado y calefacción de alta eficiencia.

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), cada dólar invertido en eficiencia energética puede producir un retorno de la inversión doble o triple. Si su equipo tiene más de 10 años, la actualización a un equipo de alta eficiencia puede amortizarse en un período de tiempo sorprendentemente corto. Consulta la calificación SEER (Seasonal Energy Efficiency Ratio), que mide la eficiencia de los equipos de refrigeración. Los sistemas más eficientes de la actualidad tienen calificaciones entre 14 y 18. Es posible que su modelo anterior solo tenga una calificación de 5 a 10. Un sistema de enfriamiento más nuevo con una calificación SEER de 16 cuesta la mitad para operar que una unidad con una calificación de 8.

2. Elija equipos con la etiqueta ENERGY STAR.

Estas unidades deben cumplir con estrictas pautas de eficiencia energética de la EPA. El rendimiento óptimo los hace hasta un 15% más eficientes que los sistemas convencionales. Según el Departamento de Energía de EE. UU., estos sistemas pueden ahorrarle de $3 a $4 por pie cuadrado en costos de energía durante la vida útil del equipo. Además, también puede ser elegible para recibir reembolsos de su compañía de servicios públicos.

3. Evalúe su sistema cuando cree cambios en el uso.

A medida que la ocupación del edificio evoluciona con el tiempo, es posible que su sistema de aire acondicionado ya no esté diseñado adecuadamente para el diseño y el uso actuales. Remodelar, agregar más equipos que produzcan calor (como computadoras), cambiar las paredes interiores y modificar los diseños de los cubículos puede afectar la eficiencia de su acondicionador de aire. Haga que un experto en HVAC inspeccione el diseño del sistema. A veces, pequeños cambios pueden hacer que su sistema funcione de manera más eficiente y ahorre costos de energía.

4. Realice una auditoría energética para determinar sus necesidades de uso.

Averigüe cuándo están ocupadas varias áreas del edificio, luego instale termostatos programables para disminuir el uso cuando no sea necesario. Para edificios más grandes, puede configurar la zonificación e incluso instalar sistemas de automatización de edificios computarizados para tener un control más preciso sobre el uso de energía.

5. Instalar economizadores.

Los economizadores miden el aire exterior para determinar cuándo está lo suficientemente fresco y seco para proporcionar condiciones cómodas en el interior. Si las condiciones son las adecuadas, se usa aire exterior en lugar de hacer funcionar el aire acondicionado, lo que reduce el uso de energía.

6. Sube el termostato (solo un poco).

Incluso un pequeño aumento puede reducir su factura de energía, hacer que los ocupantes de su edificio se sientan más cómodos e incluso aumentar la productividad de los trabajadores. La Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE) recomienda rangos de temperatura de 68 °F a 78 °F como cómodos para el trabajo sedentario. Un estudio de la Universidad de Cornell encontró que la producción de trabajo de oficina aumentó en un 150 % cuando la temperatura se elevó a 77 °F.

7. Limpiar.

Evite que se acumulen hojas y escombros alrededor de su unidad de aire acondicionado exterior. Esta simple acción evita que la suciedad obstruya su sistema y mantiene despejadas las rutas de flujo de aire. ¡Y no descuide su unidad en la azotea! Podría tener pájaros o insectos anidando allí y causando daños a su sistema.

8. No bloquee el flujo de aire.

Cuando organice los diseños de los muebles y las instalaciones de alfombras, asegúrese de que las rejillas de aire y los conductos no estén bloqueados. Si los ocupantes del edificio están bloqueando intencionalmente las rejillas de ventilación porque la temperatura es demasiado baja, debe consultar a un profesional de HVAC para evaluar el diseño de su sistema. Lo más probable es que el problema se pueda corregir con un simple cambio que no desperdicie energía.

9. Protégete del calor.

Use persianas y persianas en las ventanas orientadas al oeste y al sur para evitar el calor en el verano. ¡Es contraproducente que el sol caliente las áreas que el aire acondicionado intenta enfriar!

10. No descuides el mantenimiento regular.

La manera más fácil y efectiva de ahorrar dinero en el consumo de energía de su acondicionador de aire es hacer que su sistema se limpie y ajuste periódicamente. Los filtros de aire obstruidos, las rejillas de ventilación sucias, los condensadores con suciedad acumulada y las piezas desgastadas obligan a su sistema a trabajar más para producir los mismos resultados de enfriamiento y usar más energía en el proceso. Haga inspeccionar, limpiar y reparar su sistema al menos una vez al año. No solo ahorrará en costos de energía, sino que también evitará fallas en los equipos que pueden costar aún más. Para obtener las mejores tarifas de mantenimiento, y para que no se olvide de hacerlo, establezca un contrato de mantenimiento preventivo con una empresa de servicios HVAC acreditada como Arista.

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